Variedades de técnicas y ensayos de inspección que no perjudican el uso posterior de los materiales y equipamientos sometidos a ellos. Muchas de las técnicas son capaces de localizar, cuantificar y dimensionar las indicaciones encontradas. Cada ensayo tiene sus características, ventajas y limitaciones. A continuación, listamos algunos métodos que podemos ofrecer a nuestros clientes:

Técnica bastante simple y muy utilizada en la industria, haciendo uso de aparatos portátiles se puede medir el espesor de placas o tubos solamente por uno de los lados, pues se sirve del principio físico de la emisión y reflexión de ondas sónicas, producidas por un cabezal fijo conteniendo un cristal piezoeléctrico. Una onda sónica con velocidad conocida se aplica al material. Conociéndose el tiempo de envío y retorno podemos calcular el valor del espesor.

Muy utilizado en la industria, sobre todo en el control de calidad de la soldadura e inspecciones para control de deterioración. De modo semejante a la técnica de medición de espesor, una onda sónica se aplica a la región cercana a la soldadura. Con cabezales fijos angulares, velocidad, tiempo de envío y tiempo de reflexión conocidos es posible localizar y dimensionar las discontinuidades en la pieza bajo inspección.

Muy usado cuando se quiere conocer el perfil de corrosión de una placa. La técnica permite la visualización de los espesores sobrantes a lo largo de una determinada sección transversal de la pieza. Emplea los mismos principios del ultrasonido convencional.

Técnica que, aunque utiliza los mismos principios físicos del ultrasonido convencional, utiliza aparatos con múltiples canales y cabezales fijos con múltiples elementos. Esta característica tiene como ventajas:

  • Arrido electrónico - reduce de sobremanera el movimiento del cabezal por el inspector
  • Reducción del tiempo de inspección
  • Visualización tridimensional de las discontinuidades, facilitando su evaluación y dimensionamiento

Método alternativo a la inspección ultrasónica convencional que emplea dos cabezales y se basa en el tiempo de tránsito de las ondas ultrasónicas difractadas y reflejadas por las discontinuidades. Posee como ventajas:

  • Mayor velocidad de inspección
  • Cubre todo el volumen entre los cabezales
  • Permite el dimensionamiento completo de las discontinuidades detectadas {largo, altura y profundidad)

Líquidos con bajas tensiones superficiales poseen la facilidad de infiltrarse en pequeñas cavidades o hendiduras en la superficie de un material. Algunas substancias en la forma de polvo pueden absorber líquidos por la propiedad de la capilaridad.

Delante de las propiedades de la baja tensión superficial y de la capilaridad es posible la detección de discontinuidades o defectos que afloren a la superficie de un determinado material. El proceso de detección ocurre de la siguiente forma: aplicamos un líquido colorido con tiempo para penetración en la discontinuidad, enseguida, realizamos limpieza de la superficie para retirada del exceso de este líquido y aplicamos polvo para afloramiento del líquido que se encuentra en su interior. El resultado será el aparecimiento de la discontinuidad, caso exista, en la forma de contraste del líquido y el polvo, generalmente blanco.

Cuando un campo magnético es aplicado a un material ferromagnético, como acero, las líneas de fuerza siguen sus trayectorias normales por la superficie y sub-superficie. En el caso de que haya alguna discontinuidad, las líneas de fuerzas contornarán sus extremidades, permitiendo una concentración en esos puntos o en los campos de fuga, creando nuevos polos magnéticos. Aplicando partículas bien finas de material ferromagnético sobre esta superficie es posible verificar el alineamiento de las mismas en las regiones donde fueron creados los nuevos polos magnéticos, identificando así las discontinuidades.

Es una técnica de inspección basada, también, en los principios del magnetismo. Un fuerte campo magnético es aplicado a una superficie ferromagnética, como placas de acero, en los lugares de existencia de discontinuidades, con eso el flujo magnético es perturbado, creando campos de fuga. El equipo capta estos campos de fuga indicando visualmente en una pantalla las discontinuidades. Esta técnica es muy útil para la detección y ubicación de alvéolos y pérdida de espesor en la cara inferior de las placas del fondo de tanques de almacenamiento, por tanto, no detectables a través de la inspección visual interna.

Existen varias definiciones del concepto de dureza, pero en el área petroquímica, donde la metalurgia de soldaduras de placas y tuberías tiene mucha importancia, podemos afirmar que dureza es la resistencia a la deformación plástica. Dependiendo del material empleado, tipo de soldadura, espesor de la pieza etc., el control de dureza es muy importante. Existe una relación entre dureza y límites de resistencia a la tracción del material. Los aparatos utilizados en el campo son portátiles y de fácil utilización. El ensayo es seguro y de buena precisión. Normalmente se realiza una pequeña abolladura o deformación en la superficie de la pieza o en la región de la soldadura para inferir el valor de la dureza.

Normalmente el ensayo se realiza para inspección interna de haces tubulares de materiales metálicos o poliméricos de intercambiadores y tuberías con diámetros hasta de 4".

El principio de la técnica es la emisión de un pulso sonoro que se propaga por el aire en el interior de los tubos. Mientras el pulso no encuentra ninguna alteración en la sección transversal del tubo continua su trayectoria, con alguna atenuación debido a la fricción del aire en la pared del tubo. Si, entretanto, alguna discontinuidad sea encontrada, se crean ondas sonoras reflejadas, propagándose de vuelta. Cuanto más abruptos son los cambios en la sección transversal del tubo, más fuertes son esas reflexiones, que son registradas y analizadas por un software para determinar qué tipos de discontinuidades las causaron, pudiendo ser: hoyos: alvéolos de corrosión, pérdidas de espesor, abolladuras y obstrucciones.

Otra aplicación relevante de la técnica es en la avaluación del grado de limpieza de haces tubulares y tuberías con diámetro hasta 4". El ensayo tiene una productividad muy elevada, economizando con esto tiempo y recursos considerables.

Todos los cuerpos calentados, incluso aquellos a temperaturas relativamente bajas, emiten radiación infrarroja. Los aparatos de termografía utilizan sensores eco o microbolómetros que consiguen capturar esa radiación infrarroja emitida por los cuerpos y transformarla en imágenes en una pantalla de vídeo que representan gradientes de temperatura del cuerpo en observación, pudiendo registrar las temperaturas en cualquier punto de la imagen. La técnica es muy utilizada en el sector eléctrico, como ocurre en la inspección de un panel eléctrico a partir de una imagen térmica que identifica los puntos calientes que señalizan fallas futuras. En el sector de óleo y gas y petroquímica es muy utilizada en la inspección de hornos, calderas, vasos de presión, intercambiadores, etc.

Las utilizaciones de endoscopios con acceso a las imágenes por medio de pantallas de vídeos remotas son relativamente comunes en el área médica y en el área industrial. Equipos donde no es posible el acceso, como tuberías de pequeños diámetros, tubos de hornos y vasos de presión de pequeñas dimensiones, pueden ser inspeccionados internamente por esta técnica, inclusive con registro y dimensionamiento de regiones obstruidas y/o corroídas. Las sondas poseen fuente de luz propia y articulaciones que permiten la visualización en 360°.

El ensayo de corrientes parásitas es un método de inspección que se aplica a materiales conductores de electricidad y que se basa en la inducción electromagnética. La presencia de discontinuidades en el material o la alteración local de cualquier propiedad electromagnética del material ensayado se puede detectar y medir. Las bobinas son los elementos inductores dela corriente eléctrica parásita en el material y sensores de las perturbaciones en él causados. Esa interacción entre los campos magnéticos primario y secundario altera las impedancias de la bobina, conforme a los cambios de espesor, discontinuidades y alteraciones metalúrgicas.

Las perturbaciones de las corrientes parásitas se presentan, en una pantalla, con cambios en la impedancia eléctrica del conjunto bobina-pieza que son interpretadas por un inspector entrenado en identificar correctamente el tipo de defecto o discontinuidad detectados. La técnica es muy utilizada en el área nuclear petroquímica, sobre todo en la inspección de tubos de intercambiadores de calor.

Es una técnica electromagnética utilizada para la detección y dimensionamiento de rasgaduras superficiales, principalmente de fatiga, en soldaduras y materiales metálicos. Combina las ventajas de las técnicas ACPD (Alternate Current Potential Drop) y Corrientes Parásitas, principalmente en materiales ferromagnéticos.

La presencia de una rasgadura perturba los campos magnéticos y la información se presenta en una pantalla de computador en la forma de gráficos. Las extremidades de la rasgadura son fácilmente identificadas, como también su largo y profundidad. No es necesario el retiro de revestimientos como pintura, ni una preparación de superficie cuidada.